A veces me gustaria volver a tus brazos, pero ¿a que brazos?, si a los tuyos jamas los pude palpar, y siquiera rozar. Entonces vuelvo a enredarme con la fria realidad y descubro, como tantas otras veces, cuan lejos estas. Pero a pesar de la agonía que me regala este sentir, no olvido las sensaciones de papel, que creía perdidas en alguna jaula infantil, llenas de sonrisas y cosquillas, que hiciste renacer en mí.
La indecisión siempre me abraza fuerte hasta asfixiar mi razón, pero hoy prefiero elegir una noche llena de lágrimas e insomnio, pero, con una mañana llena de despedida, renovada y abierta a miradas oscuras pero profundas, a tactos indelebles. Hoy prefiero la oscuridad para mañana volver a ver el brillo del sol, ese brillo matinal que encandila a los dolores y no los deja acariciarme.
Hoy elijo desprenderme de este, ingenuo, sentimiento que mi mente creó para esperar el impacto de otro que me devuelva las sonrisas extraviadas en la melancolía.
viernes, 31 de julio de 2009
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muy lindo...saludos
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