viernes, 31 de julio de 2009

A veces me gustaria volver a tus brazos, pero ¿a que brazos?, si a los tuyos jamas los pude palpar, y siquiera rozar. Entonces vuelvo a enredarme con la fria realidad y descubro, como tantas otras veces, cuan lejos estas. Pero a pesar de la agonía que me regala este sentir, no olvido las sensaciones de papel, que creía perdidas en alguna jaula infantil, llenas de sonrisas y cosquillas, que hiciste renacer en mí.
La indecisión siempre me abraza fuerte hasta asfixiar mi razón, pero hoy prefiero elegir una noche llena de lágrimas e insomnio, pero, con una mañana llena de despedida, renovada y abierta a miradas oscuras pero profundas, a tactos indelebles. Hoy prefiero la oscuridad para mañana volver a ver el brillo del sol, ese brillo matinal que encandila a los dolores y no los deja acariciarme.
Hoy elijo desprenderme de este, ingenuo, sentimiento que mi mente creó para esperar el impacto de otro que me devuelva las sonrisas extraviadas en la melancolía.

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