viernes, 26 de junio de 2009

El tiempo se escapo de sus manos mientras buscaba excusas innecesarias. desidida al olvido, se hizo a un lado entre sueños y sonrisas. Pensando en dolores posteriores, en desilusiones venideras y sentimientos malgastados jamás se animo a esbozar palabras que la liberen de la condena de sufrir sin poder llorar.

1 comentario:

  1. si que es una condena, eso de sufrir sin poder llorar

    debemos llorar, de vez en cuando viene mas que bien, y con mas razon cuando se nos amontonan un monton de cosas

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